martes, 13 de diciembre de 2011

La abuela Toñi ya no hace rosquillas

Hace mucho tiempo que la abuela Toñi no hace rosquillas, pero cuando las hacía, llenaba bandejas gigantes con montañas de rosquillas ordenadas en forma de pirámide, unas con azúcar y canela y otras sin, para todos los gustos. Lo mejor era comerlas recién hechas, cuando la masa estaba blandita y caliente, aunque duraban bastantes días frescas. Como no espero que las vuelva a hacer, aquí va la receta sin alterar, de su puño y letra:

Cinco huevos, se separan las claras de las yemas y se baten las claras a punto de nieve, se le añaden las yemas. Un vaso de agua de azúcar, dos vasos de leche, dos vasos de aceite de girasol y dos sobres de levadura Royal. Se bate todo con unas varillas, cuando esté todo batido se le va añadiendo la harina poco a poco. Un kilo de harina y un poco más. Se va amasando hasta que no se pegue a las manos. Se deja un poquito reposar. Mientras, se pone una sartén con aceite de girasol que se le añade una corteza de limón. Cuando la cáscara empiece a dorarse, se empiezan a freír las rosquillas que previamente se habrán ido formando con la mano. Se van sacando a un plato con papel de cocina y se van mojando en azúcar y canela, pasándolas a una fuente.

Ideal para tardes invernales!!

1 comentario:

  1. La abuela Toñi aprendió a hacerlas por su madre, la anterior abuela Toñi, es decir, la bisabuela de Miguelito. Gloria a sus riquísimas rosquillas!!

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